Nuestra Empresa

En 1887, Enrique Schellhas, óptico alemán de profesión, recorrió gran parte del país antes de encontrar en Rosario el lugar ideal para quedarse. El puerto y el futuro prometedor de la ciudad lo inspiraron a echar raíces acá, dando inicio a una historia que lleva más de un siglo.

El primer local abrió sus puertas en San Lorenzo al 1000. Esa ubicación estratégica permitió que el proyecto creciera rápidamente y, con el tiempo, la óptica fue acompañando el movimiento del centro, cambiando de dirección pero nunca de esencia.

En 1984 inauguramos un segundo local en San Juan y Balcarce, y desde entonces seguimos sumando nuevas ubicaciones, siempre con el mismo compromiso: ser parte de la vida de los rosarinos, cuidando su mirada generación tras generación.